¿Me estoy excediendo con mi entrenamiento?
¿Me estoy excediendo con mi entrenamiento?
ENTRENAR MÁS NO SIEMPRE ES ENTRENAR MEJOR:
Sabemos que ponerse un límite no es fácil. Una de las principales dificultades para hacerlo es que en ocasiones, ponerse límites no está bien visto. Y esto nos lleva a competir sin parar y a acortar los períodos de descanso de nuestro entrenamiento, lo cuál, acabará repercutiendo negativamente en nuestro rendimiento físico.
La aparición del sobreentrenamiento, el agotamiento, y el síndrome de fatiga crónica pueden ser el precio que debamos pagar por no realizar una planificación adecuada a nuestras condiciones y necesidades físicas y psíquicas.
“DEBEMOS ESCUCHAR A NUESTRO PROPIO CUERPO”
Lo primero para evitar un sobreentrenamiento y posiblemente una lesión, es saber escuchar a nuestro cuerpo para evitar la fatiga. El deporte es saludable y beneficioso para nuestra salud, pero puede llegar a ser incluso perjudicial si no medimos nuestros entrenamientos, competiciones y nivel de exigencia. Saber observar cualquier señal de alerta es la mejor medicina y prevención para los problemas futuros (cansancio, lesiones, etc.) que podrían aparecer si no lo hacemos.
Cuando sobrepasamos la capacidad de adaptación, nuestros sistemas orgánicos pierden efectividad ante nuevos esfuerzos, la sensación de fatiga se prolonga y nuestro rendimiento se reduce drásticamente.
¿CÓMO PODEMOS SABER SI ESTAMOS SOBREENTRENADOS?
El sobreentrenamiento aparece cuando un deportista es incapaz de adaptarse a un incremento en su carga de trabajo y se caracteriza por un empeoramiento de la capacidad de rendimiento a pesar de seguir entrenando. Un aspecto que puede causar decepción, falta de motivación e incluso abandono deportivo.
La aparición de la fatiga es el elemento más visible en todos los deportistas que sufren de sobreentrenamiento. No obstante, hay otras situaciones ante las cuales debemos estar atentos:
Síntomas físicos: aumento del ritmo cardíaco, incremento de la temperatura corporal, dificultades para respirar, alteración del apetito, dolores musculares, descenso de la capacidad para evitar lesiones, disminución de la potencia y de la resistencia, disminución de la velocidad de recuperación, etc.
Síntomas psicológicos: alteración del sueño, falta de motivación en las actividades diarias, aburrimiento, disminución de la concentración, cambios de humor repentinos, apatía, disminución de la capacidad de afrontamiento frente al estrés, irritabilidad, descenso de la autoestima y de la confianza, ansiedad, depresión, etc.
FACTORES QUE PUEDEN FAVORECER LA APARICIÓN DEL SSD
Dentro de los factores (situacionales y de personalidad) que pueden relacionarse con el síndrome de fatiga crónica, encontramos:
Altas exigencias internas o externas
Bajo apoyo social
Lesiones
Rasgos de personalidad: muy ansiosos
Baja autoestima
Autocrítica / Perfeccionismo
Baja tolerancia a la frustración
Poca percepción de control
¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR?
Las recomendaciones para el tratamiento y la prevención del sobreentrenamiento y de la fatiga crónica son:
Identificar las causas y los síntomas que puedan sugerirlos, sobre todo en etapas de mayor carga
Aprender a interpretar las señales que nos manda nuestro cuerpo y nuestra mente
Establecer objetivos a corto plazo (incentivando el interés y la motivación, así como generando al deportista un mayor control de su progreso)
Mantener una actitud positiva valorando lo que se realiza adecuadamente
Seguir un programa individualizado de entrenamiento y de planificación personalizada de descanso y recuperación
Respetar los intervalos de descanso y recuperación. No hacerlo comporta consecuencias nefastas
Establecer otras actividades no relacionadas con el deporte para el tiempo libre. Desconectar para conectar mejor
Incorporar técnicas de mejora del autocontrol y de gestión de la ansiedad y de las emociones (por ejemplo: la relajación, el autodiálogo positivo y/o instruccional, etc.).
CONCLUSIÓN
Las palabras descanso y desconexión son el denominador común para el tratamiento del sobreentrenamiento. Si la causa de todo esto es el sobreesfuerzo repetido y mantenido, lo primero que debemos hacer es reducir la actividad deportiva.
La duración del descanso variará en función de la gravedad de los síntomas, del tiempo que hayamos tardado en percatarnos de esta situación y del propio deportista. En este sentido, hay que tener en cuenta que el sobreentrenamientopuede afectar a todos los aspectos de nuestra vida, tanto a nivel deportivo, como profesional y personal. Ser conscientes de todo esto será poner la primera piedra para una construcción más sólida y alejada del sobreentrenamiento.
Recuerda que “entrenar más no siempre es entrenar mejor”.
Entrena tu mente…