Fisioterapia en Salud Mental El estrés, la ansiedad y la depresión, ¿acentúan mi percepción del dolor?
Evolutivamente, el dolor es fundamental para la sobrevivencia de los seres humanos, nos advierte que algo no está bien, nos señala la presencia de una herida o enfermedad y nos lleva a buscar ayuda, contribuyendo al proceso de sanación promoviendo el reposo, y permitiendo la recuperación. Cuando el dolor ya no está, es aviso de que podemos retomar nuestras actividades. Nosotros en Sõoth nos enfocamos a que el dolor no vuelva a regresar, da clic aquí y agenda tu cita hoy mismo.
La percepción del dolor, ¿para qué nos sirve?
El dolor también nos recuerda eventos y situaciones amenazantes del pasado, nos enseña qué es lo que debemos evitar en el futuro y nos hace actuar para acabar con la causa.
Esta función protectora del dolor agudo y limitada en el tiempo, finaliza cuando la herida se sana o la enfermedad se cura. Sin embargo, hay otro tipo de dolor, el dolor crónico o persistente, que no tiene un propósito adaptativo, y en este proceso de perpetuación del dolor, intervienen importantes factores psicológicos y sociales.
Los factores psicológicos pueden influir de forma importante en la percepción del dolor, en especial del crónico, recordando que casi todos los dolores tienen algún tipo de base física. Sin embargo, los trastornos como la ansiedad y la depresión, pueden hacer que las personas afectadas se sienten menos capaces de controlar sus síntomas. Algunas personas que viven con ansiedad pueden experimentar el dolor de forma más desagradable que otras y por lo tanto limitar sus actividades en mayor grado.
¿Por qué fracasan las terapias que sólo se enfocan en analgésicos?
La complejidad de los mecanismos neurofisiológicos que intervienen en el dolor crónico, explica porque a menudo fracasan las terapias con un enfoque puramente biológico basado en el uso de analgésicos o procedimientos quirurgicos para la obtención de alivio del dolor y se ha observado una mayor eficacia en los tratamientos multidisciplinarios en lo que se consideran los factores ambientales y los rasgos de personalidad para su abordaje. Nosotros en Sõoth abordamos el dolor desde un enfoque multidisciplinario, da clic aquí, para conocer más.
Alteraciones de la percepción del dolor
El miedo y la ansiedad disminuyen la producción de sustancias que rebajan la sensibilidad de las neuronas al dolor. Estos cambios en la sensibilidad al dolor explican en parte la persistencia del dolor después de la remisión de su causa, y el hecho de sentir un dolor superior a lo esperado.
Las personas que viven con dolor crónico saben que el dolor se repetirá, y pueden volverse temerosas y ansiosas anticipándose al retorno del dolor. Cuando se comprende que el empeoramiento del dolor no indica necesariamente un daño al organismo.
El dolor puede interferir significativamente con la conciliación o el mantenimiento del sueño, pero hay evidencia de que el insomnio incrementa de manera importante la intensidad del dolor.
Los pacientes que se quejan de dolor crónico y tienen insomnio reportan mayor intensidad del dolor, dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes, menos horas de sueño y sueño menos reparador que los pacientes con dolor sin insomnio o alteraciones del sueño incluso con dolor.
CONCLUSIÓN
Existe un número importante de estudios que demuestran la complejidad del dolor, la relevancia de los factores psicológicos y sociales, y la mayor eficacia de los tratamientos multidisciplinarios comparado con los tratamientos médicos convencionales. El manejo multidisciplinario es, en la actualidad, el tratamiento más indicado, que cuenta con más validación para los problemas de dolor crónico.
En Sõoth contamos con profesionales comprometidos con tu salud, y hacemos un esfuerzo en extender este tipo de tratamiento y colaborar con las diversas especialidades que tratan a pacientes con dolor crónico, contribuyendo, en último término, a su mejoría.
Fuentes
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